NUEVAS CLAVES PARA UN NUEVO MODELO
La invisibilización de la exclusión severa es uno de los efectos de la crisis que sacude el Estado. La invisibilización de la realidad de mujeres y hombres para las que la crisis se prolonga desde hace más de tres años; para las que esta situación no es algo pasajero ni transitorio, sino que son personas establemente instaladas en la exclusión extrema y que constituyen lo que en algunos ámbitos se empieza a denominar pobreza y exclusión estructural. Personas que dibujan, sin duda, uno de los rostros más crudos y, seguramente, más olvidados de esta crisis.
Resulta muy complejo presentar un perfil claro de las personas que viven estas situaciones de pobreza y exclusión más extrema debido a la carencia de indicadores objetivos, de datos oficiales y de estudios especializados así como por la heterogeneidad del colectivo, por las dificultades de acercamiento a estas personas y por su “invisibilidad”. Pero, el Informe Foessa “Desigualdad y derechos sociales. Análisis y perspectivas” (2013) coincide en confirmar que se está produciendo una invisibilización aún mayor de la exclusión severa como consecuencia del empobrecimiento que está sufriendo la sociedad. Continuar leyendo …