La situación actual de la Exclusión Social en Galicia.

Por Santiago González Avión (Sociólogo, experto en Exclusión Social en Galicia)

 

Tendencias de pobreza y exclusión

Las principales tendencias de pobreza y exclusión en Galicia están más relacionadas con las tendencias existentes en nuestro contorno (España y Europa) que con sus peculiaridades de desarrollo histórico. Podemos identificar las siguientes:
• Disminución general de la renta
• Incremento de la desigualdad.
• Leve reducción del desempleo.
• Extensión del fenómeno de los/as trabajadores /as pobres y de los hogares con baja intensidad laboral.
• Una infancia con mayor riesgo de pobreza.
• Una transmisión generacional elevada de las situaciones de pobreza.
Disminución del nivel general de renta e incremento de la desigualdad
La crisis económica durante el quinquenio 2008 – 2012, que dio como resultado una pérdida del nivel general de renta en Galicia superior al 6% entre 2008 y el 2º trimestre de 2012. Hasta el 2º trimestre de 2014 la situación aparece bastante estancada, con pequeñas variaciones interanuales que, sin embargo, confirman esa reducción de un 6% del nivel de Renta.
La sociedad actual es más desigual de lo que era hace diez años; y, sobre todo, más desigual que antes del comienzo de la crisis. El principal indicador de desigualdad, el índice de Gini, creció en Galicia –con fluctuaciones– entre 1998 y 2008; pero aún más entre 2008 y 2012.
Merma muy moderada del desempleo
España en general, pero Galicia en particular, tiene un grave problema de estructuración del mercado de trabajo. Los datos más visibles son los del desempleo (tanto registrado en el SEPE cómo en el declarado en la EPA); pero también –y sobre todo– de población activa. La convergencia con Europa y la competitividad real (la que se fundamenta en el conjunto de la población y en el tejido productivo, y no sólo en la tasa de desempleo) pasan por una convergencia tanto en las tasas de ocupación como en las de actividad.
El fenómeno más conocido y más reflexionado es el paso de una tasa de desempleo del 7,6% en 2007 al 22,3% en el II trimestre de 2014, un incremento del 293%, casi el triple en siete años. Pero no es menos preocupante la caída de un 8% en la tasa de ocupación. O la pérdida de un 4% en la tasa de actividad masculina, compensada parcialmente con el incremento del 3,3% de la tasa de actividad femenina. La situación actual es que el desempleo comenzó a disminuir durante el último año sin incremento del empleo. Sin embargo, la tasa de desempleo va a ser alta aún durante años.

Trabajadores/as pobres y baja intensidad en el empleo
La Unión Europea lleva un cuarto de siglo afirmando que “el empleo es la mejor protección contra la pobreza y la exclusión social”. Sin embargo, la llamada “devaluación salarial” ya creó, y va consolidando, el fenómeno de los/as trabajadores/as pobres, que ya es masiva en otras sociedades avanzadas como los Estados Unidos, además de estar presente en los países emergentes. Concretamente, el 8,2% de los trabajadores por cuenta ajena estarían en esta situación, subiendo al 35,3% en el caso de los trabajadores por cuenta propia.
Muy relacionado con el fenómeno de trabajadores/as pobres pero, sobre todo, con la precariedad, está el fenómeno de la baja intensidad laboral. Definida como la participación en el mundo del empleo en un valor igual o inferior al 0,2 anual, considerando la unidad como la plena participación de todos los miembros de la unidad familiar en el empleo a tiempo completo; es una medida de exclusión del mercado de trabajo.
Él INE calcula que en el segundo trimestre de 2014 en España había 1.833.900 hogares con todos sus miembros en situación de desempleo. En una extrapolación directa, en Galicia existirían 107.000 hogares en esta situación.
Una infancia con mayor riesgo de pobreza y una demografía quebrada
La pobreza infantil en España, con un 31,9% en 2013 segundo el indicador AROPE es la segunda más alta de la Unión Europea después de Grecia. Con una diferencia de 8,7% puntos por encima del promedio de la Europa Comunitaria y con 4,6% de riesgo adicional respeto del conjunto de la población, debemos indicar que tanto las dinámicas sociales como las políticas sociales no son suficientemente activas en la protección de las rentas de los/as menores.
Transmisión intergeneracional de la pobreza
Organizar la solidaridad a cara descubierta hacia las generaciones más nuevas de forma prioritaria en el seno de las familias, refuerza la transmisión generacional de la pobreza. En la actualidad existen ya evidencias de esa transmisión. Conforme a los datos del INE, las dificultades para llegar a fin de mes son un 25% mayor para aquellas personas procedentes de familias que ya llegaban con dificultades a fin de mes. Las dificultades son mayores para las personas y familias con niveles educativos bajos, sobre todo cuando permanecen bajos durante generaciones.
La exclusión territorial
En términos generales, debemos afirmar que en Galicia la exclusión territorial sigue afectando especialmente al rural, por consecuencia del éxodo a cara descubierta hacia las grandes villas, hacia las ciudades y hacia los territorios más dinámicos del contorno por parte de los mayores, así como la emigración interna, europea e internacional por parte de la gente nueva. El primero de los fenómenos refuerza el despoblamiento y agrava la dispersión, mientras que el segundo dificulta aún más la renovación generacional e incrementa la tasa de envejecimiento. Esas formas de exclusión territorial son la causa de una parte de los fenómenos más graves de exclusión personal, relacionados con la soledad, el aislamiento social y las dificultades de acceso a los servicios públicos y personales. Aunque también se producen casos graves de exclusión urbana.

Los problemas de las migraciones
Existen dos problemas de gran relevancia relacionados con la situación actual de las migraciones en Galicia. En cuanto a la emigración, supone una descapitalización relativa desde el punto de vista del capital humano, y una grave descapitalización desde el punto de vista del capital demográfico. Respeto de la inmigración, aunque su peso porcentual es bajo, los problemas de desempleo y de pobreza relativa que enfrentan son muy altos; y existe una prevalencia de la inmigración europea con problemas de precariedad y exclusión social que debe ser considerada de forma específica.
Género, pobreza y exclusión.

El balance final es sorprendente porque existen dos poderosos factores de feminización de la pobreza: las mujeres solas con cargas familiares, son el primer tipo de forma de convivencia por el riesgo de pobreza. El segundo tipo de convivencia por nivel de riesgo son los hogares unipersonales, especialmente cuando están formados por mujeres viudas que viven de la pensión de viudedad. Un estudio más pormenorizado de las dinámicas de exclusión social, y no puramente económicas, podrá de manifiesto que hay una mayor feminización de la exclusión social que de la pobreza. Convendría profundizar sobre esta cuestión.

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